Este fin de semana ha tenido lugar la V Conferencia de jóvenes IUCM "Somos poder popular ¡Cambiemos Madrid!", en la que la juventud complutense de izquierdas participamos activamente.
La práctica totalidad de enmiendas que presentamos a los documentos político y organizativo que marcarán nuestra hoja de ruta durante los próximos tres años fueron asumidas por la comisión coordinadora saliente.
Además, debido a que somos la única ciudad madrileña donde la extrema derecha tiene representación, presentamos una resolución contra este tipo de partidos. Esta resolución fue apoyada por todos los participantes de la conferencia, dando así desde Jóvenes de IUCM una respuesta antifascista enérgica, oponiéndonos a que este tipo de fuerzas Ultra estén en las instituciones.
La resolución fue presentada por nuestro compañero Diego, coordinador de jóvenes IU-Alcalá:
RESOLUCIÓN CONTRA LA
INSTITUCIONALIZACIÓN DEL FASCISMO
Debido a nuestra lucha política e ideológica,
la historia del PCE y posteriormente de IU, ha ido acompañada de la agresión de
la ultraderecha fascista para intentar conseguir mediante la violencia lo que
no consiguen las conciencias.
Casos tan tristes como la 'Matanza de Atocha'
marcaron la mal llamada transición y dieron un empujón de fuerza a nuestro
partido. Cuarenta años después, las amenazas y las agresiones continúan presentes
en nuestro día a día. Amenazas a compañeros y compañeras, que son señaladas por
el simple hecho de enarbolar la bandera del antifascismo. Agresiones físicas o
ataques a sedes son actos contra los que debemos luchar de manera
regular.
En nuestra ciudad, Alcalá de Henares, el caso
es aún más grave todavía. En las últimas elecciones municipales, el partido
fascista España 2000, formado por los grupos neonazis de Alcalá que han
agredido y amenazado a nuestros compañeros, lograba un concejal con la friolera
de 4.500 votos (poco más de la mitad que IU, que consiguió alrededor de 8.500).
Lo lograba en una ciudad que durante la Guerra Civil sufrió más de 70
bombardeos. Irrumpía con más fuerza en los barrios más obreros y humildes de la
ciudad (datos M. Azaña), una ciudad en la que el movimiento obrero había tenido
una muy fuerte implantación en décadas anteriores, pero que habían ido
desapareciendo a la par que aumentaba la presencia de la desindustrialización
en la comarca.
Esto no es solo una queja, también es una
crítica hacia el papel que deberíamos haber tenido y debemos tener para
expulsar al fascismo de las instituciones, para acabar con ellos en Alcalá, y
lograr que la peste de la xenofobia no se propague por el resto de la región.
Somos la única organización que ha contestado
firmemente a este grupo en ocasiones puntuales para desmontar su discurso de
odio y xenofobia, pero esto no debe acabar aquí. Tenemos un duro trabajo de
concienciación, cultural y laboral, entre la clase trabajadora para desenmascarar
esta peste que amenaza con llevarse por delante las conciencias de miles de
trabajadores bajo el discurso más simplista y populista que podamos conocer.
Debemos insistir en focalizar el discurso en
el materialismo de la lucha de clases, para mostrar que la unidad de la clase
trabajadora está por encima de las ideas de raza, nación o religión, que
históricamente se han usado para el enfrentamiento y la represión de los más
débiles. Su discurso debe ser desmontado desde la calle y las instituciones.
Hay una gran labor explicativa por delante, y es una misión de todos. Hay que
reaccionar.
Rebeldía y combate, por principios y
dignidad, solo podemos vencer. ¡No pasarán!